Optar por el tono blanco es una de las decisiones más acertadas al momento de decorar un baño de dimensiones reducidas. Su capacidad para aportar luminosidad, amplitud y sensación de limpieza al espacio lo convierten en una elección sobresaliente. En Construcciones Grefer te explicamos cómo el color blanco puede transformar un baño pequeño en un ambiente más espacioso y acogedor.
La luz es la clave
El color blanco tiene la maravillosa capacidad de reflejar tanto la luz natural como la artificial, lo que resulta en un baño más luminoso y resplandeciente. Esto crea una sensación de amplitud y frescura, a diferencia de los colores oscuros que tienden a absorber la luz y reducir visualmente el espacio.
Además, el color blanco contribuye a unificar el ambiente al proporcionar una imagen cohesionada y armoniosa. Optar por mobiliario, sanitarios y accesorios en tonos blancos o neutros evita la sobrecarga visual y resalta la sensación de orden en el baño.
La importancia del complemento
La elección del color blanco también permite jugar con otros elementos decorativos para imprimir personalidad y calidez al espacio. Puedes incorporar papel pintado, espejos, plantas o textiles que contrasten con el blanco, generando dinamismo y estilo.
Asimismo, el color blanco facilita la selección de la grifería, ya que combina perfectamente con cualquier tipo de material y acabado. Una excelente opción es elegir grifería empotrada en la pared, la cual ahorra espacio en el lavabo y aporta un toque moderno y minimalista al baño.